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sábado, 29 de septiembre de 2012

Vídeo que aborda las principales características de la cultura Olmeca


CULTURA OLMECA

 Antiguo pueblo del sur del golfo de México que originó la más antigua civilización en Mesoamérica (México y América Central), y cuyo esplendor se fecha desde aproximadamente el 1500 hasta el 900 a.C. Su área central ocupó unos 18.000 km2, en las pantanosas selvas de las cuencas ribereñas de los actuales estados mexicanos de Veracruz y Tabasco. Su influencia se extendió gradualmente hasta las tierras altas de México, esto es, el valle de México, conocido como el Anáhuac, y los actuales estados de Oaxaca y Guerrero, por lo que influyeron en otras culturas posteriores como la mixteca y zapoteca.
Los olmecas fueron muy inteligentes y cultos, aprendieron a observar el cielo y con ello lograron establecer un calendario muy preciso que contemplaba la duración del año, el mes lunar, el ciclo agrícola y las fechas de las ceremonias religiosas que realizaban.
Tenían un sistema de escritura de jeroglíficos e ideográfica, es decir que por medio de dibujos daban a entender alguna idea.
La cultura Olmeca fue considerada como la cultura madre, debido a los adelantos que tuvieron en varias ciencias y que compartieron con otras culturas, entre ellos destacaban:
Las matemáticas, porque inventaron un sistema de numeración vigesimal que después fue perfeccionado por los mayas, quienes le incorporaron el número 0. Desarrollaron grandes habilidades en astrología, hasta el grado de poder establecer un calendario de 365 días y poder predecir los eclipses y movimientos lunares. Llevaban un control de sus eventos que era grabado en grandes rocas llamadas estelas.
Fueron los primeros en desarrollar proyectos arquitectónicos, es decir planificaban muy bien sus ciudades.
A pesar de que en la zona en que habitaban no existían grandes piedras para hacer pirámides, la construcción de columnas, edificios, templos, esculturas y plazas no fue nada fácil porque el traslado de piedras se hacía desde muy lejos y se piensa que las colocaban sobre troncos de árbol que iban rodando kilómetros y kilómetros, sobre un terreno nada fácil o por medio de canoas construidas también con troncos de árbol.
Lo más notable es que muchas de las construcciones fueron elaboradas con barro y lo trabajaban de tal forma que aún en la actualidad existen restos de ellos.
Los olmecas estaban organizados en tribus dirigidas por un solo jefe llamado Chichimecatl. Su gobierno era teocrático, porque estaban dirigido por sacerdotes.
Tenían un tipo de organización comunitario conocido como "ciudad dispersa", en la que cada comunidad o granja estaba dirigida por un rey o sacerdote y en ella vivían algunas familias, cerca de las milpas.
El pueblo se encargaba de la construcción de los centros ceremoniales, que estaban rodeados por las aldeas de campesinos, quienes se encargaban del cultivo de la tierra, mientras que las mujeres elaboraban figuras y utensilios de barro, tejían telas y cuidaban a los hijos.
Los olmecas destacaron por su arte escultórico en el que sobresale el volumen, o sea la imagen tridimensional, la masa y peso, las estructuras en forma geométrica, las superficies redondeadas y una excelente proporción armónica. Trabajaron el barro, el jade y la piedra en forma maravillosa. Tallaban desde pequeñas figuras en jade, hasta enormes rocas en las que esculpían cabezas de piedra, altares y columnas labradas en rocas que traían desde muy lejos, probablemente haciéndolas rodar sobre troncos de árbol.
Entre sus principales obras destacan por supuesto las monumentales cabezas de piedra que pesan más de cuarenta toneladas, talladas en grandes piedras y cuyas caras tienen rasgos negroides, las mejillas llenas, los ojos almendrados, la nariz amplia y los labios carnosos y grandes. Todas tienen en la cabeza como cascos con protectores en las orejas.
También se han encontrado grandes, estelas, es decir rocas verticales, en donde se presentan grabados de hombres llevando niños en las manos o rostros humanos saliendo de las fauces de un jaguar, hombres desnudos en posición sentada o descansando sobre sus rodillas. Todas ellas curiosamente llevan casco, pectoral y collares también tallados.
Las esculturas humanas tienen expresiones diferentes que denotan alegría, tristeza o enojo. Una de las más famosas es la estatua del luchador, encontrada en Uxpanapan, Veracruz o la del pensador.
También son típicas de los Olmecas, las esculturas pequeñas con cara de niño y las de enanos, que eran considerados seres superiores.
La cerámica, fue otro de sus grandes artes, la utilizaban en forma doméstica, es decir para uso en sus casas. Los platos y vasijas eran decorados con figuras geométricas o cabezas de animales y utilizaban varios colores para pintarlos. Su cerámica era negra y gruesa, a veces con manchas blancas, naranjas o amarillenta. Fabricaron tecomates, botellones y vasijas.
El arte textil también fue muy importante en de desarrollo de los olmecas, utilizaban algodón y aprendieron a cultivarlo en grandes cantidades. Aprendieron a tejerlo y a elaborar preciosas telas y adornos.
El final de la Cultura Olmeca, como de muchas otras culturas es desconocido, ya que no hay evidencia de que fueran invadidos por los enemigos o los conquistadores españoles. Sin embargo, los restos encontrados de sus civilización hacen pensar que fueron ellos mismos los que destruyeron sus templos y casas, antes de que su población se dispersara.

Los centros olmecas
Los centros de población y poder político más importantes de la cultura olmeca fueron: San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes.
Cerca de La Venta se encontraron los asentamientos aldeanos más antiguos del área. Hacia 2250 a. de N.E., había grupos humanos que cultivaban maíz en las riberas del río Barí y aprovechaban los recursos del manglar. De este ambiente obtenían pescados, moluscos, tortugas, venados, fauna variada, yuca, etc.
San Lorenzo fue el centro olmeca de mayor importancia entre el 1150 y 900 a. de N.E. Se situó entre las tierras altas y las planicies irrigadas por el río Chiquito, ramal del Coatzacoalcos, en el estado de Veracruz. La mayoría de sus construcciones fueron erigidas sobre una gran plataforma de 45 m de altura y 50 hectáreas de superficie. Este asentamiento contó con plazas rectangulares, estructuras habitacionales y un acueducto. Fue ocupado y abandonado varias veces en el transcurso de más de dos milenios y medio. En este sitio se han encontraron más de 80 monumentos y diez cabezas colosales. Hacia el 950 a. de N.E, San Lorenzo fue abandonado y la hegemonía territorial fue asumida por La Venta (Tabasco).
La ocupación olmeca de La Venta se extiende durante 800 años, entre el 1200 y el 400 a. de N.E. En La Venta, los edificios públicos se levantaban sobre una isla y el resto de las viviendas se distribuían alrededor, entre los pantanos. En el centro de la ciudad se encontraban varias plazas, con edificios a sus costados. En este periodo ya no se tallaron cabezas colosales. Tres Zapotes fue ocupado después del 400 a. de N.E. Fue construido sobre las colinas que rodean los ríos Papaloapan y San Juan, en Veracruz. Este centro urbano fue habitado por pueblos que se supone que fueron de la misma familia lingüística que los olmecas, la mixe. Aquí se encontraron más de 50 edificios y numerosos monumentos pétreos. A partir de la ocupación de Tres Zapotes, los arqueólogos consideran que ya no se puede hablar de una unidad cultural entre los olmecas.